Tecciztli
Artes para la justicia
Quiénes somos
Tecciztli, del náhuatl “caracol trompeta”, es un dispositivo que se presta como refugio de escuchas, madriguera y laboratorio de creaciones colectivas y altavoz de multiplicidad de voces revolviéndose en los umbrales de la diferencia.
Nuestra vocación es la de hacer alianzas y colaboraciones con colectivos y personas que busquen, táctica o estratégicamente, luchar poética y materialmente por problematizar los vericuetos de la complejidad que hacen de las existencias una labor descomunal por precarizada e invisibilizada.
Del surgimiento de Tecciztli
El germen fundacional surge a partir del libro El delta de los privados. Ontología crítica del poder punitivo (2023, Universidad Autónoma Metropolitana), donde desde una perspectiva crítica se cuenta la historia polifónica y entrelazada de cada uno de los cuatro integrantes de una familia atravesada por el encierro penitenciario en México.
Consuelo al encontrarse de bruces con el libro, sintió que Pablo había conseguido hacer un retrato del alma de aquella familia, un retrato que a su vez tenía la potencia de hacer resonar otras muchas historias de familias en circunstancias análogas. Unos itinerarios de vida con los que Consuelo venía conviviendo desde niña, y que la habían llevado a hacer de su vida una defensa de los marginados y una lucha por la mejora de sus condiciones de existencia.
En ese momento, Pablo se encontraba en proceso de adaptación del libro al teatro buscando darle otra vitalidad a la literatura, ponerla en acción, incorporarla en una escenografía que pudiera llegar a otros públicos necesariamente no lectores. En este trajín estaban cuando deciden ensamblarse poniendo en común sus experiencias y trayectorias vitales, creando la plataforma Tecciztli, la que inicia con la producción de la obra teatral La inundación en la siembra. Disentimiento de la prisión, la cual recoge la lucha de esta familia contra su sino trágico, así como las aventuras y desventuras, encuentros y rupturas entre los estados anímicos y materiales de cada uno de los familiares en su relación con el castigo penitenciario.
Mostrando cómo pese a que la inundación punitiva vaya anegando las existencias, en el disentimiento se vislumbra la posibilidad de la siembra del deseo, de la esperanza y la alegría.
Poco tiempo después, en el Penal Femenil de Escobedo en Nuevo León, colaboramos con un grupo de mujeres privadas de la libertad para hacer posible la materialización de la excarcelación mural de nombre Cielo concreto. Un mural sobre lienzo desarrollado a lo largo de 25 metros, acompañado de un video donde las mujeres conceptualizan cómo es que dieron por pintarle un cielito lindo a un cielo que se les volvía encima con un peso inexorable que hacía de sus existencias una carga tan difícil como despotenciada.